Resumen
Las convulsiones del recién nacido se identifican mediante la observación directa, pero en ocasiones algunos fenómenos motores y de la conducta caracterizados como convulsiones no muestran descargas en el EEG y, a sensu contrario, convulsiones electroencefalográficas no se acompañan de alteraciones clínicamente observables. Estas convulsiones sutiles se dan con frecuencia en neonatos y deben controlarse en muchos casos mediante monitorización video-EEG, que haga patente el origen cerebral de alteraciones motoras que traducen un origen epiléptico de la descarga en muchos casos grave, como es el caso descrito, con crisis oculoclónicas infraclínicas que acabaron desarrollando un Síndrome de West incompleto.
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Derechos de autor 1998 Boletín de Pediatría