Resumen
Quizás se deba a la evidente preponderacia en los niños de una de las formas de diabetes, quizás, al desconocimiento general sobre otras formas hasta hace pocos años. Puede ser que se deba a excesiva rigidez en la división subespecializada en la práctica pediátrica. Incluso puede deberse, confiemos que no sea así, a indolencia sobre el tema. Lo cierto es que ante un título o un epígrafe con la palabra "diabetes", frecuentemente ciertos colegas piensan y dejan oir expresiones como "ah, ya, la diabetes", "ya sé qué es la diabetes en los niños", "diagnosticar la diabetes es muy fácil", "en esto de la diabetes, ya se sabe: insulina y dieta", etc... Están muy equivocados. La patología diabética está potencialmente presente en cualquier momento y aspectos de la asistencia y el tratamiento pediátrico. Y no cabe hacer abstracción de ello. En primer término, ya es hora de abandonar el término "diabetes infantil". La clasificación actual de la diabetes mellitus (DM), de la OMS y la American Diabetes Association, descalifica expresamente este concepto. No es una cuestión únicamente terminológica: la que debemos llamar Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1) además de no ser infantil, por no ser privativa de los niños, ni siquiera es a ellos a los que más afecta. Su debut puede ocurrir hasta los 35 años, lejos de la infancia, y su incidencia en niños es muy inferior a la que sufren los adolescentes...
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