Resumen
La utilización de sangre de cordón como fuente de precursores hematológicos se remonta a 1983 cuando Boyse apuntó el potencial en progenitores existente en la sangre de cordón, realizándose un año más tarde las primeras experiencias sobre modelos murinos. Tuvieron que pasar más de cinco años para que Gluckman realizara la primera experiencia en humanos. Un niño afecto de anemia de Fanconi fue trasplantado con progenitores de sangre de cordón umbilical de su hermana HLA idéntica, realizándose todos los estudios de compatibilidad intraútero. Actualmente, veinte años más tarde, el paciente se encuentra libre de enfermedad y con la hematopoyesis del donante, demostrándose así la capacidad de persistencia del injerto a largo plazo.
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Derechos de autor 2009 Boletín de Pediatría