Resumen
El parvovirus humano B19 se aisló originariamente a partir de sueros de donantes de sangre. Se ha descrito como patógeno primario en las crisis aplásicas transitorias y eritema infeccioso, asociándose además con hidrops fetalis, artritis y anemia crónica en pacientes inmunodeprimidos. El diagnóstico de laboratorio de la infección reciente o pasada se realiza habitualmente mediante la detección de anticuerpos específicos de tipo IgM o IgG. Los estudios de prevalencia han puesto de manifiesto que se trata de una infección común en la infancia. Se conocen tres tipos de exposición en los que se ha establecido un alto riesgo de infección: mantener contactos en las escuelas durante los brotes epidémicos de eritema infeccioso, convivencia de tipo familiar con enfermos que desarrollan eritema infeccioso y cuidar o atender a pacientes con crisis aplásicas.
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Derechos de autor 1991 Boletín de Pediatría