Resumen
En los últimos años, la constatación de que en todo asma subyace una inflamación crónica de la vía aérea, que es la que determina la hiperreactividad bronquial, ha supuesto una revolución conceptual que ha permitido dirigir los esfuerzos terapéuticos contra dicha inflamación, obteniéndose resultados francamente positivos. Además, como en otras enfermedades crónicas de alta prevalencia, los programas de autocuidado con seguimiento domiciliario, empleando medidas objetivas de su estado clínico (flujo espiratorio 'pico' o PEFR) están consiguiendo una notable mejoría en el estado del paciente, así como una mayor autoresponsabilidad y conocimiento de la propia enfermedad...
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Derechos de autor 1993 Boletín de Pediatría