Resumen
Introducción: La hemorragia pulmonar es una complicación poco frecuente (0,8-1,2%) del recién nacido pretérmino. Su comienzo clínico está caracterizado por deterioro cardiorrespiratorio súbito, presencia de sangre en tráquea o tubo endotraqueal, descenso del hematocrito y alteraciones radiológicas. Durante mucho tiempo se ha relacionado su aparición con la administración de surfactante. Casos clínicos: Caso clínico 1: recién nacido pretérmino de 27 semanas en ventilación mecánica desde el nacimiento por enfermedad de la membrana hialina. Se administra surfactante (2 dosis) en las primeras 12 horas de vida. Al tercer día de vida, coincidiendo con mejoría de la sintomatología respiratoria, presenta episodio de hemorragia pulmonar masiva con afectación de ambos campos pulmonares. La resolución es paulatina y desarrolla más tarde un cuadro de displasia broncopulmonar severa que obliga a múltiples tratamientos (oxigenoterapia, restricción hídrica, diuréticos, broncodilatadores y corticoides inhalados), precisando oxigenoterapia domiciliaria hasta los 6 meses de vida. Caso clínico 2: recién nacido pretérmino de 26 semanas en ventilación mecánica desde el nacimiento y enfermedad de la membrana hialina. Se administra surfactante (2 dosis) en las primeras doce horas de vida. Evoluciona con fallo multiorgánico (insuficiencia renal, hemorragia ventricular III-IV, fallo hepático con coagulopatía, inestabilidad hemodinámica que precisa inotrópicos). A las 48 horas de vida aparece hemorragia pulmonar bilateral falleciendo en las 36 horas siguientes, a pesar de las medidas terapéuticas adoptadas. Conclusiones: La hemorragia pulmonar presenta una mortalidad elevada (60%) a pesar del tratamiento precoz. Los supervivientes desarrollan con frecuencia un trastorno pulmonar crónico y severo que requiere en supervivientes oxígeno domiciliario durante largos periodos de tiempo.
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