Resumen
Es evidente que los riesgos para la salud de los adolescentes nunca pueden reducirse a cero, pero en las últimas décadas se está produciendo un incremento en el consumo de drogas ilegales al tiempo que aumenta en la sociedad la cultura pro-consumo. Uno de cada cuatro adolescentes de 14 a 18 años de edad consume cannabis, el 3% consumen cocaína y en torno al 1-2% usan drogas de síntesis. Con ser éstas unas cifras preocupantes lo es más aún la baja percepción de riesgo que tienen y la banalización del problema. Debe hacerse prevención a través de la familia, que deberá ejercer una autoridad afectiva compartida y responsable; debe mejorarse de forma urgente la Educación para la Salud en la escuela, en la consulta y a través de los medios de comunicación idóneos (Internet tiene gran interés para este grupo de edad) ya que el consumo de sustancias ilegales constituye un problema de salud pública ante el cual los pediatras deben involucrarse. Es necesaria la detección precoz de consumidores en las consultas clásicas o para adolescentes que, por sus características, son preferidas.
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Derechos de autor 2004 Boletín de Pediatría