Resumen
La pineal, conocida desde la antigüedad y considerada hasta mediados de este siglo como un órgano vestigial, se reconoce como glándula endocrina a partir del descubrimiento de la melatonina, su principal hormona, de estructura indólica y derivada de la serotonina a partir del triptófano. Está inervada principalmente por una vía retino-hipotalámico-epifisaria, que utiliza noradrenalina como neurotransmisor y presenta un desarrollo filogenético muy interesante, pasando de tener una función fotorreceptora en especies inferiores, a desarrollar una función claramente secretora en el hombre. Su vía metabólica principal está encaminada a la síntesis de melatonina, en la cual participa la N-acetiltrasferasa (NAT) que, al ser la enzima limitante de la reacción, está controlada precisamente por los cambios en el fotoperíodo ambiental. De esta forma, la NAT se activa por la noche (en la obscuridad) y se inhibe por el día (por la luz), lo que condiciona un ritmo cicadiano en la síntesis de melatonina (y otros indoles pineales), que será el origen de la sincronización de diversos ritmos endocrinos y no endocrinos del organismo.
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Derechos de autor 1989 Boletín de Pediatría