Resumen
La prematuridad es uno de los problemas más importantes de la asistencia perinatal actual, y la prevención del parto prematuro y de sus secuelas, su principal reto. La inducción farmacológica de la madurez pulmonar fetal con corticoides es la intervención que más ha cambiado el pronóstico de estos niños, ya que desde su aplicación se ha conseguido disminuir de forma notable la incidencia del síndrome de distrés respiratorio y de la mortalidad perinatal. Aunque la maduración pulmonar fetal (a través de la regulación de distintos sistemas enzimáticos en los neumocitos tipo 2) es el efecto más importante de estos fármacos, poseen también otros efectos extrapulmonares que contribuyen a la maduración de los diferentes órganos y sistemas del recién nacido. Se han utilizado diversos corticoides pero, en base a los últimos estudios, la betametasona parece el más recomendable. Es preferible administrar un ciclo único (dos dosis), ya que la utilización de múltiples ciclos no parece disminuir la morbilidad global y se ha relacionado, en diversos trabajos experimentales, con efectos adversos y restricciones en el crecimiento cerebral. Quedan todavía numerosos aspectos por esclarecer con respecto a la administración prenatal de corticoides, fundamentalmente relacionados con sus efectos a largo plazo, pero, a la luz de los conocimientos actuales, los efectos beneficiosos están fuera de toda duda.
Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0.
Derechos de autor 2003 Boletín de Pediatría