Abstract
Los defectos congénitos son un problema sanitario de gran importancia por ser causa importante de morbilidad postnatal, su alta frecuencia (entre un 2% y un 4% de los recién nacidos –RN- los presentan), conllevar un alto coste familiar y social y por constituir la primera causa de mortalidad neonatal en los países desarrollados. Los defectos graves son también causa de abortos y muerte fetal intraútero. La aparición de defectos congénitos, tanto detectados prenatal como postnatalmente, produce una gran ansiedad en la familia y una enorme demanda de asistencia que debe ser satisfecha y abordada por el médico responsable, bien sea el obstetra, perinatólogo o pediatra-neonatólogo.
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Copyright (c) 2006 Boletín de Pediatría