Abstract
La prevalencia de la obesidad en la infancia y la adolescencia está aumentando de manera alarmante durante los últimos treinta años en los países desarrollados e incluso, de forma incipiente, en los países considerados ?en vías de desarrollo?. La OMS considera la obesidad como uno de los problemas de salud pública más importante en el mundo por las graves consecuencias para la salud a corto y largo plazo. El sobrepeso y la obesidad infantil y adolescente aumentan el riesgo de padecer obesidad en la edad adulta, así como la prevalencia de factores de riesgo cardiovascular clásicos, como el perfil lipídico aterogénico, la hipertensión arterial, la intolerancia a la glucosa y la diabetes tipo 2. Se ha demostrado una agregación de los diversos factores de riesgo cardiovascular que actúan sinérgicamente. Por todo ello, el problema del sobrepeso y la obesidad trasciende el ámbito científico, siendo con frecuencia tratado en los medios de comunicación. Las modificaciones cuantitativas y cualitativas de las pautas de alimentación tradicional, asociadas a hábitos que conducen a una reducción de la actividad física, son las principales responsables de esta situación. El abandono o la disminución en el tiempo de lactancia materna exclusiva pueden tener también un papel en el incremento de obesidad. Los costes, tanto directos como indirectos, derivados de la obesidad, han sido estimados por el Ministerio de Sanidad y Consumo, en unos 2.500 millones de euros anuales (un 7% del gasto sanitario nacional anual), lo que ha conducido a la elaboración de campañas gubernamentales encaminadas a intentar revertir esta tendencia, con especial atención a la población infantil...
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Copyright (c) 2007 Boletín de Pediatría