Abstract
Las estanterías de las librerías, las columnas de muchos de los periódicos o incluso las páginas de algunas publicaciones científicas están llenas de alusiones y comentarios, casi siempre críticos, sobre el “mal uso” del español por parte de muchos de nuestros profesionales. Lo que se critica con más asiduidad es la perniciosa influencia del inglés en nuestra lengua que se transmite, sobre todo, a través de internet y del lenguaje científico...
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Copyright (c) 2009 Boletín de Pediatría