Abstract
La práctica clínica exige una constante actualización para poder ofrecer a los pacientes la mejor atención posible de acuerdo con el conocimiento científico disponible en cada momento. Esta necesidad de conocimiento renovado ha existido siempre. Hasta hace pocos años, aquel médico que quisiera mantener su práctica acorde a los avances más recientes tenía relativamente pocos recursos para hacerlo. Básicamente eran la consulta de libros más o menos actualizados, la asistencia a cursos o congresos, y la consulta de las revistas médicas que pudieran estar a su alcance por suscripción personal o disponibles en la biblioteca de su centro sanitario. Si las necesidades de información eran mayores, las dificultades aumentaban. Buscar referencias bibliográficas en los boletines bibliográficos como el Index Medicus era una tarea que se hacía a mano, consumía mucho tiempo y tenía una alta probabilidad de pasar por alto referencias relevantes a menos que se tuviera una buena experiencia en ese tipo de búsquedas...
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Copyright (c) 2009 Boletín de Pediatría