Abstract
Don Ernesto ante todo fue una personalidad poliédrica, con muchas facetas, entre las cuales sólo me referiré a aspectos muy concretos, especialmente a mi recuerdo del maestro. De su rico legado intelectual y humano destacaría en primer lugar su vocación, mejor dicho, su enorme y honesta labor profesional por la medicina de las primeras edades de la vida, tarea a la que dedicó de forma generosa todo su esfuerzo personal. Esta actividad profesional, la Pediatría, su docencia, la asistencia y la labor investigadora en la Medicina de la infancia llenaron buena parte de su vida. Nacido en Villavieja de Yeltes (Salamanca), fue siempre leal a su tierra, Castilla y León, donde transcurrió su vida familiar, magisterio y obra personal. La clave de sus éxitos fue a constante obsesión por la Pediatría y su talento puesto al servicio de la clínica de la infancia. Todo lo que hizo y escribió uvo siempre como trasfondo esta nobilísima pasión humana de ayuda al semejante enfermo en las primeras edades de la vida...
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Copyright (c) 2009 Boletín de Pediatría