Abstract
El ingreso en el H.C.U. de Valladolid, en fechas recientes, de dos casos de intoxicación grave por paracetamol (uno de ellos publicado en este número del Boletín de Pediatría), nos ha hecho meditar acerca de los problemas asistenciales que pueden plantear las patologías tóxicas en los Servicios de Urgencias o Unidades de Hospitalización Pediátrica. Ambos casos se han resuelto favorablemente, sin que exista la más mínima repercusión orgánica; a pesar de haber tenido niveles plasmáticos de paracetamol que superaron el límite por encima del cual, si no se tratan con N-acetilcisteína, habrían inducido lesiones hepáticas importantes.
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Copyright (c) 1990 Boletín de Pediatría