Abstract
Antes de la época de los tratamientos quimioterápicos, las leucemias agudas en cualquiera de sus formas eran enfermedades de evolución rápidamente fatal. Desde el descubrimiento por Sioney Farber (1948) de la acción antileucémica de un antifólico, la aminopterina, se inicia un lento pero constante avance en la lucha contra esta enfermedad. En éste, han jugado un papel importante por una parte el descubrimiento de todo un arsenal de drogas antileucémicas del tipo de antimetabólicos (metotrexate, mercaptopurina, citarabina, tioguanina), esteroides (prednisona, dexametaxona), alquilantes (ciclofosfamida), antibióticos antraciclínicos (daunorrubicina) y enzimas (asparraginasa) y por otra, la elaboración de protocolos terapéuticos combinando de forma científica dichas drogas y evaluando los resultados en estudios cooperativos a nivel nacional e internacional...
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Copyright (c) 1990 Boletín de Pediatría