Abstract
Llueve sobre mojado. El 13 de junio de 1992 me decidí a romper el silencio ante una situación tan anómala que me produjo irritación. En el Hospital Clínico Universitario (HCU) de Valladolid se ingresaban pacientes adultos, maduros, viejos y veletudinarios en habitaciones reservadas para niños de entre 2 y 14 años. Aquella colaboración en El Norte de Castilla (Digamos... que es singular) terminaba suplicando que se pusiera fin a tal aberración y que se difundiera en los medios de comunicación y en lugares visibles en los Centros Sanitarios, la Carta Europea de los Derechos del Niño Hospitalizado.
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Copyright (c) 1993 Boletín de Pediatría