Abstract
La práctica de ejercicio físico es una de las principales actividades de ocio de los niños y jóvenes. La realización de manera regular es una recomendación establecida para disminuir los principales factores de riesgo cardiovasculares conocidos. La actividad física y el deporte reducen la mortalidad, pero, durante la práctica de ejercicio, aumenta el riesgo de muerte súbita, que puede ser la primera manifestación de una enfermedad cardiovascular no diagnosticada previamente, en niños o adolescentes asintomáticos. La principal estrategia de prevención, por el momento, es el reconocimiento cardiovascular predeportivo. Los eventos cardiovasculares relacionados con el deporte son muy poco frecuentes en la edad pediátrica. La incidencia de muerte súbita relacionada con el deporte se ha descrito de 1/43.000-100.000 menores de 35 años, siendo la gran mayoría (75-98%) por causa cardiovascular(1,2). Resulta difícil analizar la epidemiología de este problema, ya que no existe una definición universalmente aceptada de muerte súbita cardiaca relacionada con el deporte, aunque, en general, se considera aquella que acontece durante el ejercicio físico o en la hora siguiente tras haber finalizado.
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International License.
Copyright (c) 2020 Boletín de Pediatría