Abstract
Aunque en la actualidad continúa sin existir un consenso para definir la insuficiencia cardiaca, se trata de una entidad cuyos síntomas cardinales de disnea, anasarca y caquexia ya se reconocían en la antigüedad, aunque no fueron descritos en los niños hasta finales del siglo XVIII. La definición clásica de la insuficiencia cardiaca (IC) se refiere a la incapacidad del corazón para mantener un gasto cardiaco (GC) adecuado a los requerimientos de oxígeno del organismo. También se ha definido de forma más simple como un estado de bajo gasto o bajo débito. Sin embargo, dado que la IC no solo concierne a la función mecánica de cámaras, vasos y válvulas cardiacas, sino que existen otra serie de factores implicados (neurohormonales, celulares, moleculares, genéticos e inmunológicos), se considera una definición más adecuada aquella que hace referencia a un síndrome clínico complejo que resulta del daño estructural o funcional del ventrículo comprometiendo la eyección o el llenado
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