Abstract
La reciente comercialización en nuestro país de la vacuna meningocócica C conjugada y la recomendación oficial de dirigir la campaña sólo a los menores de 6 años, ha hecho surgir el problema de la utilización de esta vacuna por parte de los pediatras sobre la base de una indicación individualizada, para niños mayores de esa edad (el 98,75% de los cuales, en Cantabria, está vacunado con la vacuna polisacárida). Es prudente reflexionar sobre este hecho pues, contemplando la situación en perspectiva epidemiológica y no individual, podría no ser tan inofensivo como parece.
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