Abstract
Es difícil mantenerse actualizado en la literatura médica. Cada año se publican 30.000 revistas. Un médico que intente mantenerse al día sólo en su especialidad, por ejemplo Vd., debe leer 140 artículos completos cada semana, o 600 el día de vuelta de sus vacaciones de verano. Las revisiones nos ofrecen la posibilidad de conseguir estar informados sin necesidad de invertir esa enormidad de tiempo. Tradicionalmente se han realizado un tipo de revisiones que llamaremos narrativas. Para ello, podemos buscar la ayuda de expertos muy familiarizados con un tema al que han dedicado buena parte de su vida profesional, como el tratamiento del niño con otitis. El inconveniente es que en este tipo de revisiones utilizan métodos informales, no explícitos, y a menudo personales y subjetivos...
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Copyright (c) 2001 Boletín de Pediatría