Abstract
En los últimos años, el mundo sanitario ha asistido a una auténtica explosión del fenómeno Internet; a una velocidad extraordinaria los pediatras estamos asistiendo al surgimiento de nuevos recursos de información biomédica. Un aspecto que también ha mejorado en los últimos meses es la accesibilidad a la información: es posible realizar búsquedas sin coste alguno en bases de datos (BD) fundamentales, como MEDLINE, DARE y la Cochrane Library. En resumen: el pediatra está sometido a una auténtica avalancha de información. En esta situación es lógico no saber cómo pueden distinguirse los recursos que ofrecen información médica de calidad de aquellos que no la contienen: se estima que cada año se publican más de dos millones de artículos científicos...
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International License.
Copyright (c) 2001 Boletín de Pediatría