Abstract
En la actualidad la mortalidad perinatal y neonatal ha descendido a límites difícilmente imaginables hace años, siendo muy diversas las motivaciones que contribuyeron a este resultado y destacando las siguientes: 1. La eficacia diagnóstica prenatal de malformaciones congénitas que conlleva un aumento de los abortos legales y, por tanto, una disminución de la mortalidad neonatal de causa malformativa. 2. La asistencia correcta al RN en el momento del nacimiento y la organización de un traslado interhospitalario eficaz que ha contribuido no sólo a la disminución de la mortalidad perinatal, sino también a disminuir la discapacidad cerebral. 3. La aplicación de la electrónica y la ingeniería genética a los métodos diagnósticos y terapéuticos, que ha permitido mejorar el pronóstico y la mortalidad de muchas enfermedades (surfactante, perfeccionamiento de respiradores, monitorización muy eficaz, etc.). 4. La aplicación de una metodología profiláctica y de diagnóstico precoz de las infecciones, tanto verticales como nosocomiales, que ha permitido el descenso de la mortalidad por infección, aunque todavía sigue siendo la causa más frecuente.
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Copyright (c) 2003 Boletín de Pediatría